lunes, agosto 21, 2006

La educación durante el siglo XX - Contexto histórico

Diversos acontecimientos caracterizan al siglo XX desde el punto de vista histórico, político, social y económico: las dos Guerras Mundiales, los movimientos políticos encontrados -con bases marxistas o liberales-, las revoluciones de carácter social tanto en América Latina cuanto en África, el desarrollo científico y técnico, el desarrollo económico de Oriente y su influencia en la economía occidental, son sólo algunos de ellos.

Primera Guerra Mundial (1914-1918). El período denominado la Paz Armada (1870-1914) es uno de los antecedentes importantes de la Primera Guerra Mundial. Durante estos años prevalecía la idea de que un país militarmente fuerte es respetado y difícilmente atacado. Es así que las potencias dedicaron gran parte de sus presupuestos para aumentar y reemplazar su material bélico acorde con los avances técnicos. Con la finalidad de evitar agresiones y mantener la paz, se establecen dos importantes alianzas. Una, conocida como la Triple Alianza, entre Alemania, Austria e Italia se consolida en 1882. La otra es la Triple Entente o bloque de las potencias aliadas, entre Rusia, Francia e Inglaterra, que se formó entre 1893 y 1904. Esta división de Europa en dos bloques de potencias antagónicas, condujo a las llamadas Crisis Marroquíes (rivalidad entre Francia y Alemania para ejercer el protectorado en Marruecos) y Crisis Balcánicas (hostilidad entre Rusia y Austria en los Balcanes) que minaron las relaciones políticas europeas entre 1904 y 1914. Ambas crisis antecedentes inmediatos de la Gran Guerra. El factor desencadenante de la Primera Guerra Mundial fue el asesinato de Francisco Fernando (príncipe heredero de Austria) por un estudiante bosnio en junio de 1914. Como consecuencia, Austria declara la guerra a Serbia en julio del mismo año; y en agosto de 1914, por un lado Alemania declara la guerra a Francia y a Rusia, por otro, Inglaterra abandona su neutralidad y declara la guerra a Alemania. En abril de 1917, Estados Unidos declara la guerra a Alemania. Los países aliados preparan una gran ofensiva que derrota a los alemanes en noviembre de 1918 y da por finalizada las acciones bélicas.

Las negociaciones de paz no fueron acertadas, ya que los vencidos quedaron excluidos. Los tratados no fueron negociados sino impuestos, generando así recelos y enfrentamientos que condujeron a la Segunda Guerra Mundial. Por el Tratado de Versalles (1919) se crea la Sociedad de las Naciones. A estas consecuencias políticas hay que sumar otras de carácter social y económico: intensificación de los nacionalismos (Italia, Alemania, Japón); gran deuda con Estados Unidos; cambio en la situación social de la mujer al ingresar al mundo económico; cambios en el comercio internacional, a causa del avance y crecimiento de Estados Unidos y Japón.

Período intermedio (1919-1939). En estos años sucedieron una serie de hechos importantes en la historia del siglo XX. Algunos de ellos, significativos antecedentes de la Segunda Guerra Mundial, como, por ejemplo, el nacimiento y crecimiento del nacional-socialismo en Alemania.

La Revolución Rusa (1917) se produjo antes de finalizar la Primera Guerra. Esta revolución es consecuencia del poder absoluto ejercido por los zares, el malestar del campesinado y el proletariado por su situación social, la difusión de ideas socialistas inspiradas en K. Marx y el deterioro del gobierno a raíz de la derrota que le infligió Japón (1904-1905). En primer lugar gobierna Lenin hasta 1924; luego Stalin hasta 1953. En 1922, se proclama la existencia de la U.R.S.S. La repercusión de esta revolución, y las ideas que preconizaba fue muy importante a nivel mundial ya que afectó a Asia, África, América y Europa en distintos momentos del siglo.

Con sus ideas revolucionarias e internacionales, el comunismo pretendió cambiar el mundo. El surgimiento de regímenes ultranacionalistas, denominados genéricamente fascistas, fue, en cierto modo, la respuesta ante el avance de los comunistas. El nacimiento del fascismo en Italia comienza en 1919 cuando Benito Mussolini (1883-1945) funda el fascio milanés de combate, cuyo objetivo es combatir contra comunistas y socialistas.

Al concluir la guerra, Alemania tiene un nuevo gobierno llamado República de Weimar. Los problemas políticos y sociales que debió enfrentar este gobierno alimentaron las corrientes nacionalistas. El nacional-socialismo en Alemania, encabezado por Adolfo Hitler (1889-1945), pretende en 1923 tomar el poder. Hitler fracasa en su intento, aunque su partido continua creciendo y afirmándose entre amplios sectores de la población y del gobierno. Hitler es nombrado canciller en 1933. Una de sus primeras medidas fue reformar la Constitución de 1919 y la desaparición de los partidos políticos. En 1934 con poder absoluto, Hitler gobierna Alemania.

La Europa de este período se tiñe de sangre con la Guerra civil española (1936-1939), como corolario de la lucha de los nacionalistas para desalojar a los republicanos del poder. Esta cruenta guerra, que lleva al poder a Francisco Franco, fue el escenario donde Mussolini y Hitler probaron sus nuevos armamentos.

La gran depresión económica es otro de los acontecimientos destacados. Puntualmente en octubre de 1929 hay una brusca caída de precios de las acciones de la bolsa de Nueva York, que provoca una crisis a nivel mundial.

Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Las causas de este conflicto mundial son variadas: 1) el descontento por el Tratado de Versalles por parte de vencedores y vencidos; 2) la Sociedad de las Naciones fue inoperante; 3) la política seguida por las potencias vencedoras no tuvieron en cuenta las necesidades de los vencidos; 4) Hitler y su revancha para lograr recuperar territorios perdidos y gloria. El factor desencadenante fue la invasión a Polonia, por parte de los alemanes, en septiembre de 1939. Inmediatamente Francia y Gran Bretaña declaran la guerra a Alemania. Francia suponía que la línea Marginot era invulnerable, pero en junio de 1940 capituló frente a las tropas alemanas. Aliada con Italia y Japón, Alemania lleva a cabo una guerra que se extiende a África y el Pacífico, en 1940 y 1941 respectivamente, al tiempo que comienza la invasión alemana a la Unión Soviética. Estos ataques de las potencias del Eje (Alemania, Italia, Japón), fomentaron la formación de una alianza entre Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética (Aliados) cuyo objetivo era conseguir la capitulación incondicional de la potencias del Eje. Finalmente, se produce la rendición alemana en mayo de 1945, y, posteriormente la rendición japonesa en septiembre de 1945.

Antes que terminara el conflicto armado, ya eran notorias las diferencias entre los Aliados, debidas sobre todo a propuestas políticas enfrentadas y reclamos territoriales. Con la finalidad de asegurar la paz y de que los países resuelvan sus problemas por medios pacíficos se crea en 1945 la Organización de la Naciones Unidas.

De 1945 a fin de siglo. Finalizada la Segunda Guerra Mundial y hasta los años '70, el mundo vivió el enfrentamiento ideológico entre el comunismo y las democracias occidentales, dividido en dos bandos encabezados por la U.R.S.S. y Estados Unidos respectivamente. Estos bandos fuertemente armados consumaron la guerra fría amenazando a menudo con una guerra atómica que destruiría al mundo. La U.R.S.S. temía que Estados Unidos implantara un sistema económico y político liberal en Europa Oriental; por su parte Estados Unidos temía que la U.R.S.S. invadiera Europa Occidental.

En principio los acuerdos de Yalta y Postdam firmados en 1945, dividieron a Europa en Oriental y Occidental. La Europa Oriental quedó bajo la tutela de la U.R.S.S. (Hungría, Polonia, Rumania, Bulgaria, Rumania, Yugoslavia y Checoslovaquia) y rápidamente se impuso el comunismo. Alemania fue dividida en cuatro zonas (rusa, británica, norteamericana y francesa) al igual que la ciudad de Berlín. Cada potencia ocupante llevó a cabo su propio plan económico y político, hasta que en 1949 surgieron la República Democrática Alemana (influencia rusa) y la República Federal Alemana (balo la égida de los aliados).

A la muerte de Stalin en 1953, le sucedió en el gobierno Nikita Khruschov, quien llevó a cabo una cierta política de apertura abandonando los métodos stalinistas. Esta situación provocó disturbios en el bloque de países comunistas.

Al adoptar el sistema comunista en octubre de 1949, la nueva República Popular China ocupó un papel relevante en la política internacional, siendo un importante aliado de la U.R.S.S. hasta que se produjo el distanciamiento entre ambos, luego del XX Congreso Comunista de la U.R.S.S. (1956) en el que Khruschov criticó la política stalinista. El líder de esta nueva China fue Mao Tse-Tung, quien gobernó hasta 1976 y llevó a cabo la llamada Revolución Cultural China (1966), con la que pretendió dar a China una identidad socialista propia, apartándose de la influencia de las dos superpotencias, U.R.S.S. y Estados Unidos.

Otro de los acontecimientos destacados de estos años es el fin del colonialismo europeo en Asia y África, que trajo como consecuencia actos de violencia y regímenes represivos; estos desórdenes se produjeron sobre todo porque las potencias colonialistas crearon instituciones políticas con escasas raíces nacionales. En 1947 la India se independiza de Inglaterra; hacia 1954 los franceses fueron obligados a retirarse de la República de Vietnam y estados asociados (Laos y Camboya). Alrededor de 1957 comenzó la independencia de los países africanos siendo el primero Ghana que se independiza de Inglaterra. En la zona del Medio Oriente y África del Norte -aun conflictiva- surgió en 1948 el Estado de Israel y en 1971 los Emiratos Árabes Unidos.

La zona del sudeste asiático fue luego de 1945 un centro de agitación y disturbios por varios motivos: la independencia de las potencias europeas, el surgimiento de partidos nacionalistas, las pretensiones territoriales chinas, el afianzamiento del sistema comunista en Indochina. Hacia 1950 se produce la Guerra de Corea que finaliza en 1953. La más cruenta fue la Guerra de Vietnam, que comenzó entre 1948/49 como conflicto interno con los franceses y se convirtió en 1954 en un conflicto entre Vietnam del Norte y del Sur, con la posterior intervención de las tropas norteamericanas (1965-1973). A pesar de los diversos conflictos bélicos el sudeste asiático logró un desarrollo económico e industrial muy alto, en países como Malasia, Taiwan, Singapur y Corea.

América Latina no quedó fuera de las ideas de revolución social que impregnaban el mundo. La revolución cubana de 1959, de orientación marxista, encabezada por Fidel Castro, intentó llevar a cabo un cambio social y económico, y hacerlo extensivo a toda América Latina. Surgieron así movimientos guerrilleros que se enfrentaron con los diversos gobiernos.

Después de la Segunda Guerra, Estados Unidos afianzó su sentimiento de superpotencia a través de distintos actos: el Plan Marshall (lanzado en 1947 como asistencia económica a los vencidos) frenó el avance de los soviéticos; la promulgación de la Ley de Derechos Civiles (1964) y de Derechos electorales (1965) daba a los ciudadanos negros igualdad política y social; los programas de exploración espacial demostraron su desarrollo científico. Estados Unidos tenía la certeza de jugar un papel fundamental en las relaciones internacionales y adoptó un rol protector a la vez que defendía sus intereses. Es así que en 1961 Kennedy creó la Alianza para el Progreso (firmada en Punta del Este por la Organización de Estados Americanos) con la finalidad de frenar los avances revolucionarios en América Latina.

La transformación que sufrió la Unión Soviética a lo largo del siglo la colocó en un lugar preponderante en lo político, económico y tecnológico. En 1985 el gobierno de Gorbachov inició un programa de reformas que indican el inicio de una nueva era. Redujo el papel del Partido Comunista y se convirtió en presidente ejecutivo. Las repúblicas soviéticas reclamaban independencia económica y se debilitaba así la Unión Soviética, que quedó disuelta en 1991 y reemplazada momentáneamente por la Comunidad de Estados Independientes. Este proceso de transformación entre 1985-1991, que se conoce como perestroika, democratizó la Unión Soviética. La repercusión en Europa de estos cambios se manifiesta primeramente en Alemania con la caída del muro de Berlín en diciembre de 1989 y la unificación de Alemania, como República Federal Alemana, en septiembre de 1990.

Luego de la caída de la Unión Soviética, la bipolaridad mundial dio lugar al surgimiento de alianzas regionales en pos de desarrollos económicos. En las últimas década del siglo se ha hecho manifiesto un creciente proceso de globalización aunado al creciente desarrollo de las comunicaciones y de la informática. Y también han surgido conflictos de reclamos regionales como: la situación existente en la ex Yugoslavia (Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina) con un complejo entramado étnico y religioso, el conflicto árabe-israelí, la renovación islámica.
(Clara Inés Stramiello, Curso Historia General de la Educación II. La Educación en el siglo XX, en http://www.ideasapiens.com/filosofia.sxx/feducacion/hist%20educ.II_%20el.-%20siglo_XX.htm)